Los niños no respetan ciertos límites o se comportan indisciplinadamente por alguna razón.
El respeto por lo límites o la conducta adaptada a las normas disciplinarias no nace con el niño como el color de lo ojos.
Se adquiere a lo largo de la vida, principalmente a partir de los 8 meses hasta los 8 años en términos generales, (hay diferencias según la madurez de los niños). Y si, en algún niño en particular esas conductas están desajustadas, hay que ver a que se debe eso.
De todos modos, mientras tanto, hasta que estemos en condiciones de corregir malos aprendizajes hay que generar mayor autodisciplina, permitirle alcanzar mayores índices de autoestima, etc., debemos convivir con el niño y por lo tanto tratar de lograr un mejor desempeño social.
Esto sólo es posible mediante el estímulo de las conductas acertadas. Debe existir mucho diálogo, haciendo que el niño razone y comprenda en dónde estuvo su falla para que acepte su error y asuma la consecuencia, es conveniente darle la oportunidad de exponer sus ideas y guiarlo acertadamente.
Se considera beneficioso en algunos casos el castigo; la familia o los maestros deben sancionar al niño indisciplinado, esto va sentando precedentes entre los compañeros.
Todo lo que un niño hace es necesario para su evolución, su aprendizaje y su desarrollo.
Para los padres otra opción de sanción o castigo puede consistir en agregar algo a sus actividades diarias, por ejemplo: "Hasta que no te comportes adecuadamente en la mesa (y aclarar MUY bien que es
Fuente: Goggle
Modificado: Sylvia Salcedo